Habla de lisonjero, siempre es vana y sin provecho.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Esperas que tu yo adolescente quiera y perdone a tu yo de 50 años.