Cuando el que no te prefería te prefiere, algo de ti quiere.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Odio el asunto de los actores y el público. Un autor debería estar entre la multitud dándoles patadas en las espinillas o animándoles para que hagan alguna travesura o se diviertan.