Halagos buscan pago.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Pero es igualmente incontrovertible que si nuestro proceso de recopilación de información tiene graves fallos, más vale que lo descubramos y lo hagamos rápido si queremos evitar otro 11 de septiembre.