Lisonjas y bizcochos de monjas, de tu bolsillo son esponjas.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Me grabé el pelo esta mañana y esta noche estoy viendo los momentos culminantes.