Entre lisonjero y falso, ninguna diferencia hallo.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La vida de un hombre no consiste en ver visiones y en soñar sueños, sino en la caridad activa y en el servicio voluntario.