Adulándote, necio y malo te hará tu amigo; censurándote, sabio y bueno te hará tu enemigo.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La dificultad, hermanos míos, es la nodriza de la grandeza, una nodriza severa que mece a sus hijos adoptivos para que adquieran fuerza y proporción atlética.