Lisonjas en boca de embajador tienen mal sabor.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La vejez es como un avión que atraviesa una tormenta. Una vez que estás a bordo no hay nada que puedas hacer.