Lisonjas en boca de embajador tienen mal sabor.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Mi madre siempre me animó, nunca fue raro. Ella miraba Heavy Metal y decía Woo-hoo!