No hay alimaña peor que el enemigo adulador.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La democracia no puede tener éxito a menos que los que expresan su elección estén preparados para elegir sabiamente. Por tanto, la verdadera salvaguarda de la democracia es la educación.