Quien te halaga, mal te quiere, y bien quien te reprende.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Sólo podemos avanzar hacia una resolución a largo plazo en relación con el terrorismo y la guerra plantando semillas de paz. Tenemos que empezar por nosotros mismos.