¿Quién te perdió? EI que me lisonjeó.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Soy un fanático de los coches y cada mañana me despierto con una sonrisa en la cara, ya sea comentando la Fórmula 1 o en el circuito de Silver Hatch en Roary the Racing Car.