Por el santo se besa la piedra.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Existe el argumento de que puedes relacionarte con alguien que es completamente irrelevante. De la misma manera que un director te muestra su imaginación en una película, yo puedo mostrarte mi imaginación en un gran personaje tonto.