No al moco, mas donde cuelga.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
No, como he dicho, mi padre nunca formó parte del tenis. Su participación en torno a lo que hice con el tenis y con mi madre y mis abuelos no fue realmente una parte de mi vida.