Al santo, por la peana.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Sólo hay dos cosas por las que debemos luchar. Una es la defensa de nuestros hogares y la otra es la Carta de Derechos.