Galantear por tablilla, visitar al padre y guiñar a la hija.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
También de una manera divertida si has estado felizmente casado no hay áreas sin resolver, nada que probarte a ti mismo después de que el otro muera.