Yo era muy consciente de la política de la oficina porque me desconcertaba mucho. Hay muchas cosas que no se dicen. Nadie dice eres un descarado nadie dice eres tan malhumorado nadie se enfrenta a nadie por nada. Pero yo soy muy burdo y soy muy conflictivo y tengo temperamento. Tenía que estar hipervigilante en todas las oficinas en las que trabajaba.