Entrada aleatoria

Sólo hay un hogar para la vida de un mejillón, sólo hay un hogar para la vida de una tortuga, sólo hay un caparazón para el alma del hombre: sólo hay un mundo para el espíritu de nuestra raza. Si ese mundo se sale de su cauce y se estrella contra las rocas del gran vacío, ¿qué mundo nos dará cobijo?