Si estás molesto por una causa externa, el dolor no se debe a la causa en sí misma, sino al valor que tú le das. Y tienes el poder de revocar ese valor.
Hay muchas razones diferentes por las que me gusta viajar en tren. Pero creo que, en última instancia, es la sensación romántica que produce. Hay algo en ello que me transporta a las películas antiguas.