Entrada aleatoria

Mi abuela tuvo seis hijos -uno murió siendo un bebé- y era muy pobre, pero todos sus hijos recibieron educación. Y mi madre creció pobre. Y ambas trabajaron tan duro y cultivaron tanto su propia felicidad. Yo quería tener eso como un amuleto. No como una armadura, sino como una pluma mágica. Como la pluma mágica de Dumbo.