Quien te halaga, mal te quiere, y bien quien te reprende.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La religiosidad resulta ser el mejor indicador de la participación cívica: es más precisa que la educación, la edad, los ingresos, el sexo o la raza.