Lisonjas y bizcochos de monjas, de tu bolsillo son esponjas.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Tal vez más activistas del clima piensen en el cambio climático no como un problema internacional que debe resolverse en una sala de reuniones con aire acondicionado, sino como una guerra de guerrillas que debe librarse en las calles.